*Por Marcela Errecondo
El Génesis 22:1–2, relata que Dios quería saber si Abraham era obediente y para probarlo le dijo que sacrificara a Isaac en la montaña. Abraham quería muchísimo a su hijo y no quería sacrificarlo, pero deseaba obedecer a Dios. Dios le dijo a Abraham que fuera a la montaña y él llevó consigo a su hijo Isaac y a dos hombres.
El Génesis 22:1–2, relata que Dios quería saber si Abraham era obediente y para probarlo le dijo que sacrificara a Isaac en la montaña. Abraham quería muchísimo a su hijo y no quería sacrificarlo, pero deseaba obedecer a Dios. Dios le dijo a Abraham que fuera a la montaña y él llevó consigo a su hijo Isaac y a dos hombres.
Abraham y su hijo cabalgaron en un burro durante
tres días. Los dos hombres se quedaron con el burro mientras Abraham e Isaac
subieron la montaña a pie. Abraham llevaba un cuchillo e Isaac llevaba la leña.
Isaac le preguntó a su padre dónde estaba el cordero para el sacrificio, pero
él le dijo que no se preocupara por eso. Abraham construyó un altar y puso
leña. Luego ató a Isaac, lo puso sobre el altar y levantó el cuchillo para
sacrificarlo. Fue entonces que un ángel le habló y le dijo que no matara a Isaac.
Abraham había sido obediente y por eso Dios lo amaba. Abraham miró a su
alrededor y vio enredado en las zarzas un carnero que Dios había puesto para
hacer el sacrificio. Abraham lo sacrificó en el altar. Dios estaba contento con
Abraham porque era obediente, y le dijo que bendeciría a su familia.
Es a partir de ahí que se instala la circuncisión, operación ritual que
consiste en cortar circularmente una porción del prepucio del pene y que
recuerda el pacto establecido entre Yavé y Abraham. Freud tomará esto para sus
desarrollos y Lacan en el Seminario 23 lo retoma para dar cuenta de un
tipo de relación padre-hijo, sobre todo en la cultura juedeo-cristiana, la
posición sádica del padre y masoquista del hijo, dice:
“La imaginación de ser el redentor, por lo menos en nuestra tradición, es
el prototipo de la pére-version. Esta idea chiflada del redentor surgió en la
medida en que hay relación de hijo a padre y esto desde hace mucho tiempo. El
sadismo es para el padre, el masoquismo es para el hijo./…./
Freud percibió claramente algo que es mucho más
antiguo que esta mitología cristiana,
a saber la castración…” J.
Lacan, Seminario 23, pg 83
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