martes, 20 de junio de 2017

“Laberintos de la clínica: del saber a la creación” - SEMINARIO CLINICO (agosto, septiembre, octubre)*

*Responsable María del Carmen Arias

Este seminario es pensado para ofrecer una enseñanza del psicoanálisis de orientación lacaniana de carácter propedéutico en relación a la clínica, que permita articular los conceptos fundamentales que se ponen en juego en la experiencia analítica.

Partiremos de la pregunta fundamental que se hace un practicante: ¿cuales son las herramientas convenientes para poder operar en la dirección de cada cura tal como se presenta en nuestros días?

La particularidad del trabajo con niños hace que nos preguntemos por el lugar de los padres, las entrevistas preliminares, los nuevos síntomas de los niños.

Otro eje fundamental a desplegar surge de una pregunta clínica: ¿cómo leemos el síntoma de un niño en la experiencia de un análisis?

La lectura varía si pasamos según la ultima enseñanza de Lacan del inconciente al parletre. También si nos orientamos desde la concepción del síntoma como mensaje al síntoma como acontecimiento de cuerpo.

Intentaremos poder despejar y darle vida a estos conceptos valiéndonos de casos y recortes clínicos que permitan ubicar como opera el analista para posibilitar la lectura de lo que el síntoma escribe En esto nos dejaremos enseñar por la experiencia clínica.

jueves, 8 de junio de 2017

NUEVAS CRIANZAS: UNA LECTURA PSICOANALÍTICA*

*Por María del Carmen Arias. Miembro de la Eol. Miembro fundadora de ERINDA (Espacio Rosarino de investigación del Niño en el discurso psicoanalítico). Asesora responsable del taller: “Nuevas crianzas: una lectura clínica”. emearias@hotmail.com 

La crianza es la acción y el efecto de alimentar y cuidar. Parto de esta definición general para tratar este tema, definición que encierra cuestiones de vínculo ya que se trata de la crianza de un sujeto infantil. La crianza siempre fue un tema de interés. Primero fue el saber medico quien se intereso en ella , ya en 1805 Santiago García, medico, académico de la Real Academia de Medicina de Madrid escribe el libro “Sobre la crianza física de los niños expósitos” ya que estaba interesado en detectar y solucionar el alto índice de mortalidad infantil que se registraba en las Inclusas, que eran las casas donde se recibía a los niños expósitos, hijos ilegítimos, para evitar los infanticidios y salvar el honor de las madres, o en el caso de hijos legítimos, cuando el padre había muerto y la madre era pobre. 

Es muy interesante como a partir de una minuciosa observación saca conclusiones de las situaciones adversas que pueden vivir estos niños abandonados y trata de impedirlo a partir de la formación de Instituciones Medicas dirigidas a las Inclusas de Madrid. Uno de los temas que mas trabaja, ya que es una de las mayores preocupaciones, es la lactancia. Se detiene mucho en el papel de las nutrices, mujeres o en ciertos casos cabras, en la necesidad de que haya suficientes nutrices para que no falte alimento para los internados, en lograr una regulación en el amamantamiento, el destete, etc. 

Si hacemos un salto en el tiempo, podríamos hacer un recorrido de quienes inspirados en el psicoanálisis o ciertas prácticas psi se ocuparon de este tema. Sigmund Freud, su hija Ana y sus observaciones en 1937 de niños menores de 2 años de familias indigentes que concurren a guarderías en Viena. Posteriormente su observación de niños refugiados en Londres como consecuencia de la guerra. John Bowlby con su teoría del apego, Rene Spitz con sus observaciones e investigación de los niños en orfanatos de donde surge como resultado la importancia que la madre este presente en los casos de hospitalización para una mejor recuperación. Cuestión que nos parece natural pero que durante mucho tiempo no fue así. 

La cuestión del vínculo en la crianza de los niños aparece como factor de peso, sobre todo el vínculo madre hijo. La privación de la madre aparece como factor patógeno. 

A partir de los años 50/60 comienzan a gestarse cambios culturales y sociales que se ven reflejados en el rol de la mujer y la forma tradicional de familia. La inserción laboral de la mujer, sus acceso a la Universidad, el rol en la familia, la ausencia del hogar para trabajar o estudiar, organizan una dinámica familiar que incide en la crianza de los niños. 

Surge entonces la pregunta acerca de cual es la manera adecuada de crianza y lo nuevo es que quienes salen a dar respuesta y consiguen un lugar relevante no es ya el discurso medico sino cierta manera de entender el psicoanálisis y las practicas psi. Ante la desorientación frente a lo nuevo son convocados los expertos que vienen a dar un sentido, basados en ciertos ideales de que es un niño, que es ser madre, la responsabilidad de ser “buenos padres”. 

En nuestro país se escucha la voz de Arnaldo Rascovsky, pediatra, que se intereso por el psicoaná- lisis y fue uno de los fundadores de la APA. Propone la permanencia de la madre junto al niño para una mejor crianza y hasta llega a culpar al feminismo de la proliferación de enfermedades mentales. En esa época la culpa asaltaba a las madres que estudiaban o trabajaban. 

Eva Giberti, en 1956, propone la “Escuela para padres” dando las nuevas pautas para criar a los hijos. Hace responsable totalmente a los padres de lo que ocurre a sus hijos durante la infancia. Les otorga la capacidad de hacerlos felices o desgraciados pero paradójicamente opone el modelo de autoridad y disciplina a favor de la nueva ideología de los 60 de libertad, seguridad personal, expresión emocional frente a la obediencia, etc. Como consecuencia de todo este movimiento surge en nuestro país el psicoanálisis con niños y su práctica de la mano de Arminda Aberastury. 

Si bien en un primer momento además de trabajar con cada niño, derivaba a los Grupos de orientación para madres, en una segunda etapa decide trabajar solo con el niño. 

Es evidente que las formas de crianza han sido múltiples y diversas a lo largo del tiempo y que a partir de cierto momento pasa a ser un tema ligado a lo psi. 

Hoy también parecen oírse cambios en los modos de la misma: asistencia de las doulas, sugerencias a favor del colecho, de la libre demanda, control a partir de objetos tecnológicos (baby call, teléfonos celulares), paginas que informan a diario que le pasa al bebe y como proceder, etc.

Cada una de estas propuestas tiene sus defensores y opositores. Pero ¿cual es la opinión desde el psicoanálisis que podríamos intentar esbozar? No demonizar lo nuevo, no caer en la nostalgia por lo que ya no es, no fanatizarnos con las novedades. Nuestro aporte puede surgir de la lectura de lo nuevo en la singularidad de cada caso. Si la crianza es una cuestión de vínculo, es una experiencia donde se pone en juego el amor, pero también el deseo y el goce. Nuestra lectura de las coordenadas de la época, la hipermodernidad, nos indica que lo simbólico ya no ordena como en la época de Freud, los ideales se han debilitado y se ha fortalecido la pulsión, con su imperiosa búsqueda de satisfacción inmediata y sin límites, en cuyo auxilio viene la tecnología con sus objetos. Esto incide en las nuevas crianzas, los niños, los padres, los nuevos vínculos. Los invito a seguir este tema en una próxima publicación desde una lectura psicoanalítica actual.