*Por Graciela Giraldi
Nombrarse en una posición sexuada parte de
una insondable decisión del ser, de la que los analizantes adultos testimonian
que se produjo en su temprana niñez. En Argentina, otros ámbitos como el
juridico dieron curso legal al cambio de género en la documentación de niños
que no están de acuerdo con su sexo anatómico.
Cada psicoanálisis constata que tener un
pene o una vagina no determina la elección de Un goce u Otro, como tampoco ser
hombre o mujer dependen de las identificaciones a mamá o a papá.
La lógica de la sexuación de Lacan se basa
en la función fálica y el goce, no sobre las identificaciones.
En “Biología
Lacaniana”, JAM subraya que cada niña o niño tiene que inventar su manera
de imaginar su sexo y el Otro, de acercarse o huir de él. No hay, a nivel de la
vida inconsciente, complementariedad ni armonía.
Si para los seres hablantes el sexo adviene
siempre en la niñez al modo traumático, las ofertas legales y científicas
actuales sobre cambio de género y de órgano sexual no alojan la dimensión del
goce.
Sí el Psicoanálisis lacaniano, en tanto
sigue haciendo lugar al tiempo de la construcción de ficciones e invenciones de
cada analizante en el lazo con su cuerpo.
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